De acuerdo con la publicación de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) titulado: La paradoja de la recuperación en América Latina y el Caribe Crecimiento con persistentes problemas estructurales: desigualdad, pobreza, poca inversión y baja productividad, en 2020, los países de la región anunciaron conjuntos de medidas fiscales sin precedentes que promediaron el 4,6% del PIB.
El documento indica que si bien con esto se atenuaron los efectos negativos de la pandemia, las brechas estructurales aumentaron: la desigualdad, pobreza, brechas de género, informalidad, espacio fiscal limitado, baja productividad y fragmentación de los sistemas de protección social y salud.
Las medidas fiscales se enfocaron en fortalecer los sistemas de salud pública, apoyar a las familias mediante transferencias monetarias y proteger la estructura productiva a través de medidas de liquidez (además de garantías estatales de crédito que alcanzaron el 2,5% del PIB).
El pasado año la región enfrentó una contracción en los ingresos públicos y un marcado aumento del gasto, principalmente por subsidios y transferencias, para hacer frente a la crisis. El nivel del gasto llegó al 24,7% del PIB en 2020 en comparación con el 21,4% del PIB en 2019. Un elemento que ha debilitado la capacidad de expansión del gasto social en la última década ha sido el incremento de 1 punto porcentual del PIB en el pago de intereses de la deuda pública, lo que redujo el espacio para gastos prioritarios como las erogaciones en salud.
Ante la persistencia de la pandemia, la mayoría de los países de América Latina anunciaron, entre enero y junio de 2021, nuevos planes fiscales de emergencia equivalentes al 2,2% del PIB. Estos esfuerzos buscan mantener los mecanismos de alivio a los segmentos más vulnerables de la sociedad, como las familias de menores ingresos y las mipymes. Destacan numerosos programas de transferencias monetarias directas a los hogares de igual o mayor alcance que programas similares implementados en 2020. En apoyo a las mipymes, varios países extendieron y fortalecieron sus líneas de crédito con condiciones blandas y realizaron capitalizaciones adicionales a sus fondos de garantías estatales de crédito para agilizar la provisión de liquidez. Además, algunos países reforzaron su presupuesto de salud para atender las necesidades sanitarias persistentes.
De acuerdo con la CEPAL, en 2021 América Latina enfrenta un mayor nivel de endeudamiento público. Al cierre de 2020, la deuda pública bruta del gobierno central alcanzó el 56,3% del PIB, lo que supone un incremento de 10,7 puntos porcentuales sobre el nivel del 45,6% del PIB registrado en 2019.
Política monetaria en República Dominicana
De acuerdo con un informe del Banco Central de la República Dominicana (BCRD), la tasa de política monetaria (TPM) se sitúa en su mínimo histórico de 3.00% y el programa de provisión de liquidez asciende a RD$215 mil millones, aproximadamente un 5% del producto interno bruto (PIB). De acuerdo con la entidad, este constituye el paquete más amplio de la región, mediante el uso de distintos instrumentos como reportos, reducción de encaje legal y la facilidad de liquidez rápida.
Al mes de mayo se han canalizado por medio de los intermediarios financieros RD$196,285.1 millones a empresas y hogares, mediante unos 90 mil nuevos préstamos, refinanciamientos y reestructuraciones de deuda. Los sectores que han recibido más recursos son: comercio y mipymes (RD$83,141.4 millones), hogares (RD$27,766.3 millones), manufactura (RD$21,725 millones), construcción (RD$18,276.5 millones) y exportación (RD$6,062.6 millones). Asimismo, se encuentra colocado un monto de RD$19,954.9 millones en Repos revolvente de liquidez de corto plazo.
También se ha dinamizado el crédito al sector privado en moneda nacional, creciendo en torno al 8.6% de forma interanual en el mes de mayo. El BCRD destaca que este ritmo de expansión de los préstamos privados en moneda nacional es uno de los más altos de América Latina y significativamente superior a la mediana regional de 3.1%. Por otra parte, las reservas internacionales alcanzaron más de US$12,400 millones recientemente.
El BCRD indica que el continuo y sólido acceso a los mercados mundiales ha contribuido al financiamiento del mayor déficit fiscal y el sector financiero se ha mantenido resiliente. El déficit de cuenta corriente ha sido financiado más que en su totalidad por la Inversión Extranjera Directa (IED), lo que ha reforzado el incremento de las reservas internacionales.
La respuesta de políticas decisivas que incluye el aumento de las transferencias sociales y el gasto en salud, el aplazamiento de impuestos y medidas focalizadas de alivio tributario, la flexibilización de la política monetaria, la provisión de liquidez y la flexibilidad prudencial han ayudado a la economía dominicana a recuperarse gradualmente.
El BCRD pronostica que la situación favorable de la economía dominicana, respaldada por las medidas de política monetaria implementadas y una ejecución fiscal en términos de gasto de capital que se acelere en esta segunda mitad del año, estimaría un crecimiento del PIB real para el cierre de año entre 8.0% – 9.0%, que podría ser incluso mayor, en un contexto de fuertes fundamentos y de estabilidad macroeconómica.