SANTO DOMINGO. Estimaciones realizadas por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo reflejan el aumento del índice de feminidad de la pobreza en el país. Del 2016 al 2020 aumentó de 111 a 118 mujeres en situación de pobreza por cada 100 hombres en la misma condición socioeconómica.
Para Ceara Hatton, ministro de Economía, Planificación y Desarrollo la pobreza femenina ha aumentado porque no se han abordado las desigualdades entre hombres y mujeres, que contribuyen a su exclusión. Resaltó, por ejemplo, que las políticas de respuesta ante la pandemia han reducido la pobreza monetaria, pero no la sobrecarga del cuidado en los hogares, que afecta principalmente a las mujeres, y entre ellas, a las más pobres, que enfrentan las mayores barreras para su inserción en el mercado laboral.
Según datos de la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT), gran parte de las personas que reportaron haber salido del mercado laboral en el 2020 fueron mujeres (58%); y en general, de cada 10 personas en edad de trabajar que se encuentran fuera del mercado laboral, 7 son mujeres.
El ministro presentó la economía de cuidado como componente clave en el marco del lanzamiento del programa social Supérate, realizado en el salón Las Cariátides del Palacio Nacional, principal estrategia de lucha contra la pobreza del Estado dominicano, formalizada mediante el Decreto 377-21.
Manifestó que las estrategias de lucha contra la pobreza hasta ahora no han combatido adecuadamente la pobreza de las mujeres. “¿Cómo es posible que la economía crece, reduce la pobreza monetaria y simultáneamente aumente la feminidad de la pobreza?”, cuestionó el economista e investigador social, durante el evento de lanzamiento del Programa Supérate.
“Para atacar la pobreza hay que cambiar esto, y este gobierno está comprometido a colocar a las mujeres en el centro del combate contra la pobreza, y su inclusión socioeconómica como elemento clave, que como ya hemos visto, se encuentra en el corazón del enfoque del programa Supérate”, acentuó Ceara Hatton, en el acto encabezado por el presidente Luis Abinader.
Según el ministro de Economía, una forma de cambiar la realidad de las mujeres pobres es reconociendo el cuidado y las tareas del hogar como un trabajo y función esencial para la economía y la sociedad.
El ministro indicó que el trabajo de cuidado debe ser valorado en su justa dimensión, conforme lo plantea incluso la Constitución de la República. Y además compartido no sólo en la misma familia (entre hombres y mujeres), sino entre el Estado, la comunidad, y el sector privado, pues todos somos beneficiarios.
En ocasión del lanzamiento del nuevo programa social, el Gobierno asumió el compromiso de implementar las Comunidades de Cuidado, una iniciativa piloto para avanzar en la construcción del Sistema Nacional de Cuidados, priorizando a las familias pobres y vulnerables participantes en el Supérate.
La puesta en marcha de este piloto comenzaría en dos territorios prioritarios, incluyendo uno en el Gran Santo Domingo y uno en la Región Suroeste donde se ofrecerá a las familias del programa Supérate un paquete articulado de servicios que facilite el cuidado y la inserción laboral a través del mismo. “Pero la idea es ir avanzando gradualmente para cubrir a más poblaciones, con la aspiración de que el Sistema Nacional de Cuidados sea universal,” destacó Hatton.
De acuerdo con lo indicado por el ministro, el objetivo es garantizar los derechos de las personas que demandan cuidado y a las que cuidan, impulsando así la corresponsabilidad social y al mismo tiempo desarrollando la economía del cuidado, es decir, aprovechar el potencial del cuidado como vector clave para la inversión social, la creación de nuevos empleos, la inserción laboral de las mujeres y la reactivación económica.
Expresó que la apuesta por la economía de cuidado de la República Dominicana marcará una diferencia con respecto a los distintos países de la región que impulsan este tipo de políticas, al ser el primero en integrarla de manera directa como componente del programa de lucha contra la pobreza.